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Declaración ADIUNPA: Entre la emergencia y la espera. Entre la pauta salarial y las condiciones laborales. Entre el Ministerio de Educación Nacional y la UNPA

A la docencia de la UNPA,
A la Comunidad Universitaria:

El año 2021 parece tener las mismas características que el anterior, marcado por la fuerte presencia de los cambios en las ritualidades de la vida, tal como la conocíamos. Hoy el virus sigue entre nosotros; presentado bajo el formato de “segunda ola” ha puesto al sistema de salud al límite que se sostiene gracias el esfuerzo del personal sanitario. Además, el cansancio psicológico de la población en general aumenta porque la incertidumbre y la desesperanza parecen no tener fin. Da la sensación que estamos en una montaña rusa redonda que contiene ilusión – decepción que genera una fatiga continua.

En la tarea de enseñar, la docencia universitaria transita la pandemia haciendo “una experiencia de algo” o “padeciendo una experiencia con algo”; porque el trabajo se hizo más denso, largo y por momentos caótico, siempre poniendo nosotros nuestros recursos materiales, y cómo hemos dicho en otro momento: haciendo lo que pudimos con lo que teníamos. No se trata de pensar que lo pasa a nivel nacional está desvinculado de lo local porque los problemas se presentan con otras particularidades pero tiene una relación estrecha si lo vemos como causa y consecuencia.

Pauta salarial, condiciones laborales y el Ministerio de Educación Nacional

A nivel nacional en el año 2020 para el gobierno nuestro trabajo empezó siendo “reconocido” con el desconocimiento de la cláusula gatillo firmada en la paritaria cuando era gobierno del PRO, un bono de $1000 a $4000 pesos según la dedicación docente (no olvidemos que la UNPA tiene más del 50% de sus dedicaciones Simples), los créditos para compra de PC (que no hicieron más que mostrar el atraso tecnológico que tenemos como docentes y reafirmó la idea de que los costos del trabajo lo pagamos nosotros), el no pago de un bono por la virtualización. Este 2021 no empezó de la mejor manera en enero y febrero se hablaba de la presencialidad en etapas, de las vacunas, pero en materia de reconocimiento del trabajo ha habido decisiones unilaterales en algunas universidades para volver a la presencialidad, no hay un reconocimiento del gasto de la virtualidad ni de garantizar la infraestructura para hacerlo, no se realizó la promoción de Ayudantes a Asistentes ni se liberaron los fondos para regularizar los ad honorem, los contratos y como si faltaba poco no hubo oferta salarial hasta abril.

En este contexto se suma la no convocatoria de la CONADU Histórica y de la representación paritaria del CIN a la “seudo paritaria” del 7-4 (recordemos que esto no es la primera vez, ya en el 2015 fuimos excluidos y amedrentados como Federación con la fuerza policial en el Ministerio de Educación), esta situación muestra una vez más la forma en que los gobiernos desconocen los derechos conquistados y buscan disciplinar a quienes no piensan igual. Finalmente, hoy 15 de abril la propuesta para enfrentar este año de trabajo del gobierno nacional sigue siendo un 33 % en 8 cuotas hasta febrero del 2022 (a cobrar con el sueldo de marzo). Recordando siempre que nuestro cargo testigo es mucho menos que la mitad de la canasta básica y que la docencia universitaria está alcanzada por la garantía salarial porque algunos salarios están por debajo del salario vital y móvil.

Seguiremos reclamando que el Gobierno Nacional ponga en valor la tarea docente con una pauta salarial que contemple el costo real de vida y las condiciones laborales, que reconozca que la docencia universitaria desde la virtualidad garantizó la Educación Superior en Argentina dando respuesta a la demanda que el contexto nos impone. Reiteramos la inmediata convocatoria a la Mesa Nacional de Negociación Salarial, sin exclusiones, además de un incremento que compense lo perdido por inflación y supere las proyecciones para el presente período

Condiciones laborales en pandemia en la UNPA

En la UNPA el 2021 nos encontramos con una visión de la gestión institucional de lo virtual cómo algo trabajoso pero exitoso, y solo hay que corregir algunos detalles menores para seguir manteniendo una esta vida institucional que a nuestro criterio trabaja sobre el reclamo, y por momentos da signos de desencajar de la realidad. Es que más allá de los acuerdos paritarios del año 2020 que buscaron primero anular la Res. N°258, que a nuestro entender controlaba de manera excesiva nuestro trabajo, y luego de descomprimir ciertas situaciones laborales con las dispensas, el descargo de horas, la no toma de exámenes si el/la docente lo considera, el respeto de las condiciones laborales en las mesas de exámenes, y un mínimo de compensación económica de 7500 pesos para cubrir simbólicamente los gastos; se hace necesario mirar las condiciones laborales de la docencia sumamente deterioradas por la pandemia.

En ese marco, hemos empezado el año con reuniones con los decanatos de las Unidades Académicas para que las respuestas a los problemas de la docencia sean atendidas de forma urgente y no se transforme sólo en algo que se acordó en una paritaria de nivel particular; y que espera su aplicación en las decisiones institucional. También como Consejo Directivo hemos mantenido con la docencia afiliada una permanente comunicación para poner en su conocimiento lo que se está trabajando y las novedades institucionales.

No se trata de criticar por criticar la vida institucional de la comunidad de la universitaria de la UNPA ni de las decisiones de los órganos de gobierno determinan sino de entender que hay que tomar decisiones institucionales que favorezcan que la tarea docente en estos tiempos sea más propicia a los derechos adquiridos y que tienda a generar condiciones laborales psicosociales más amenas porque nuestra salud mental y física no tiene precio. La forma en la que se presentará el trabajo parece encaminarse hacia una forma similar a la transitada; y se hace necesario advertir, al menos para nosotros, que las mismas formas puede ser contraproducentes, pueden producir un shock; una re-acción porque nuestra forma de vincularnos con el trabajo es a través del pensar, del hacer, de la acción con tiempos, espacios y condiciones materiales determinadas; sumado a esto la gran cantidad de ingresantes a la UNPA, hecho que celebramos, pero que se hace necesario reconocer que eso afecta las formas de desarrollar la enseñanza y las tareas docentes.

Entonces, antes esas urgencias no podemos esperar más respecto a algunas cuestiones a atender que son de orden prioritario, es decir, a que si antes de la pandemia teníamos casi la misma cantidad de auxiliares a cargo de asignaturas, si antes de la pandemia teníamos cátedras numerosas sin los equipos docentes consolidados en cantidad de integrantes con las categorías acordes; hoy debemos pensar cómo fortalecer y porque no resolver esta situación hasta que se presente al Plan de Jerarquización. Esto urge y necesita la docencia una respuesta institucional más acorde a la tarea de enseñar y en reconocimiento al esfuerzo que viene realizando.

Creemos que las formas de cogobierno deben ser cada vez más visibles, porque son las autoridades personales y los respectivos Consejos de Unidad quienes deben velar por que se dé cumplimiento de las afectaciones docentes sin que se violen los derechos de la docencia ganados luego de 20 años con el Convenio Colectivo de Trabajo, y son estos espacios institucionales en donde se debe en principio analizar institucionalmente la radiografía de cómo está hoy la planta docente. Son las autoridades unipersonales por Estatuto quienes deben garantizar las licencias y sus respectivas suplencias, son las autoridades las que deben garantizar las mejoras las condiciones en tiempos de pandemia para valorar el trabajo docente, son las autoridades que deben dar garantías de la aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo del sector y de las normas UNPA siempre atendiendo a generar las mejores condiciones para la docencia.

Se nos dice que “no hay presupuesto” pero nunca podemos conocer cuáles son los presupuestos de cada unidad de gestión, sabemos que no hay posibilidades de crear cargos docentes porque esto está impedido en el Presupuesto Nacional Educativo, pero tenemos la convicción que estas respuestas ya no son más admisibles y que debemos discutir cómo garantizar las condiciones del trabajo docente. No se trata solo de reconocer el problema sino de buscar la forma de solucionarlo de manera equitativa y colectiva para toda la docencia de la UNPA, no sólo para quien reclame que no se están cumpliendo las condiciones laborales respecto a su categoría y dedicación (algo que debería garantizar la autoridad unipersonal). Para esta Comisión Directiva es tiempo de buscar una igualdad real ante los derechos adquiridos en el Convenio Colectivo de Trabajo o al menos que esa desigualdad que venimos manifestando no siga creciendo respecto a las tareas que se realizan según categoría y dedicación, a las condiciones laborales.

Además, en tiempos pandémicos las formas de gestión de los gobiernos parecen ir sufriendo algunos cambios de funcionamiento y se hace necesario recuperar la visibilidad de los lugares institucionales y dimensionar la tarea que los/las docentes hacemos. Desde la experiencia del año pasado entendemos que esto es posible sí: los Consejos de Unidad y el Superior son públicos para que cada integrante de la comunidad universitaria pueda tener acceso a escuchar lo que se dice, formar opinión y hasta leer los documentos que se tratan; las Escuelas y los Institutos son el lugar del que/hacer institucional del colectivo docentes y el claustro estudiantil en las tareas de grado, investigación y extensión; se tienen licencias para clases sincrónicas y asincrónicas, apoyo en la virtualización; -sabe de las convocatorias de investigación/extensión y sus formularios con tiempo; -se crea la posibilidad de organizar nuestro trabajo con las condiciones ergonómicas mínimas; – se reconoce económicamente los gastos de conectividad; -hay apoyo real para reparar pc/notebook porque se rompe, se tilda, se “pone lenta”, dando respuestas institucionales rápidas ante alguna consulta; se elabora un procedimiento de comunicaciones institucionales para que exista el real derecho a la desconexión y se garantice la difusión de la información; se respeta el acuerdo paritario respecto a las Mesas de exámenes, las dispensas, las descarga de horas, el trabajo mediado en tiempos en condiciones excepcional para grado, investigación y extensión; no se aumenta la asignación de tareas a la docencia donde todo se torna en un “hágalo usted mismo”; – se asignan las tareas recociendo el ejercicio real de categorías y dedicación.

En este escenario cruzado por el COVID-19, como representantes de la docencia de la UNPA tenemos mayor necesidad por el trabajo para retomar tareas presenciales de que los servicios de medicina laboral y la ART nos acompañen en este tiempo con capacitación y prevención; al igual que la obra social garantizando la prestación del cuidando la salud física y mental. No es menor esto porque la subcomisión de salud del gremio ha hecho aportes a la Comisión de Salud e Higiene ampliada de la UNPA solicitando que Medicina Laboral, la ART y OSUNPA acompañen este proceso de pandemia de manera más activa, no “mirando que pasa” sino siendo parte. Todo esto, resulta significativo ya que estamos a la espera de la conformación de la Comisión de Condiciones y Ambiente de Trabajo de Nivel Particular (CCyATNP) más que urgente en este tiempo.

Reafirmamos nuestro compromiso con la Educación Pública y Gratuita y con la comunidad de la que somos parte; sosteniendo que seguiremos honrando nuestro trabajo como docentes y los derechos laborales consagrados en nuestro Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), pero sabiendo que es necesario dar soluciones integrales a una parte importante de los problemas de la docencia universitaria de la UNPA. Como ADIUNPA continuaremos trabajando desde los consensos y la convicción para que la aplicación integral del CCT sea una realidad en nuestra universidad.

Comisión Directiva de ADIUNPA, 15 de abril de 2021.
Somos tu gremio.